“Los Tudor” es una de esas series que tenía pendientes en mi (cada día más) extensa lista de “series que quiero ver algun día” y por fin puedo tacharla de esta lista.
No se porque razón, el momarca Enrique VIII siempre había despertado en mi mucha curiosidad. Supongo que es por las mis y una leyendas y rumores sobre su vida, reinado y, obviamente, sus seis mujeres: Catalina de Aragón, Ana Bolena, Jane Seymour, Ana de Clèves, Catalina Howard y Catalina Parr. ¿Por que se casó tantas veces? Un misterio que, para los que no somos muy buenos en historia, viendo la serie de Showtime podemos resolver.
Al largo de las cuatro temporadas que dura esta serie vemos como Enrique VIII pasa de ser un joven vigoroso, fuerte y seductor con ansias de comerse el mundo a terminar como un anciano enfermo, cansado y arrepentido. Entre medio, seis mujeres, múltiples condenas a muerte de amigos, enemigos y supuestos traidores, una reforma eclesiástica, dos hijas (María e Isabel) y el tan deseado heredero del trono, el pequeño Eduardo.
Jonathan Rhys Meyers está esplendido. Su interpretación del monarca te seduce y atrapa hasta el último capítulo y aunque el monarca tubo varios momentos poco éticos des de nuestro punto de vista actual, por decirlo de alguna manera, no puedes evitar empatizar con él y compartir sus preocupaciones y desventuras. Tanto es así que en el último episodio, además de sentir pesar por saber que se acaba la serie (sí, no puedo evitarlo), sientes compasión por ese hombre al cual ya no le quedan fuerzas ni esperanzas.
El único punto en discordia para mí es que si como yo tienes en mente el retrato real de Enrique VII encuentras que Rhys Meyers es demasiado atractivo y que no se parece en nada. Pero bueno, eso realmente tampoco es ningún problema 😉